Cercanas las fechas de Todos los
Santos, Halloween en otros lugares, se hace casi obligatorio publicar
sobre la mencionada tradición. ¿Qué tiene de especial este día?
Se trata de nada más y nada menos que del Año Nuevo Celta, un día
de especial importancia en el calendario de esta cultura que venía
precedido de una semana de celebraciones.
Ciertamente hoy en día ha quedado
olvidado el origen real de esta tradición, su motivación. Lo que
hemos dicho con anterioridad no supone ninguna novedad para nadie
probablemente; pero encontraremos algo interesante si observamos las
costumbres de estas fiestas.
Actualmente da la impresión de que su
procedencia pudiera ser americana, con las fiestas de Halloween; pero
realmente los americanos no hicieron otra cosa que comercializar una
tradición ancestral que jamás llegó a perderse. En nuestro país,
por ejemplo, se celebró Samhain con especial seguimiento en Galicia
hasta hace unos treinta o cuarenta años. En los últimos tiempos la
tradición parece estar resurgiendo, pero con muchos tintes del
teatralismo americano.
¿Cual es origen del Día de Todos
los Santos? Como ya hemos dicho, no es otra cosa que el Año
Nuevo Celta, que los cristianos trataron de erradicar a partir del s.
V de nuestra era. En vistas de lo inútil de sus esfuerzos,
igualmente vanos a la hora de erradicar otras tradiciones, la
solución adoptada fue la asimilación, de modo que Samhain pasó a
ser llamado Día de Todos los Santos.
¿Por qué este nombre? Si los celtas
escogieron estas fechas para señalar el cambio de año (realmente
producido con ligeros días de variación según nuestro calendario y
el de la época; oscilaríamos hacia el 4 o 6 de Noviembre) fue por
lo especial de las mismas. Las celebraciones se acompañaban de ritos
de conexión mediúmica, pues se consideraba que Samhain era la noche
en que había una mayor conexión entre el mundo de los vivos y el de
los espíritus de toda clase.
Para los celtas era una noche sagrada
en la que los espíritus volvían a pisar el mundo de los vivos;
aunque no siempre para bien. De ahí que nacieran numerosos rituales
que aún hoy en día conservamos, aunque la mayoría hayan olvidado
su significado.
La mayoría de ellos son rituales de
protección, pues aunque fuera una noche sagrada nadie quería quedar
a la merced de los espíritus malignos. Era por lo tanto un día en
el que se debía ahuyentar de la mejor forma posible la presencia de
espíritus indeseables y energías negativas de todo tipo.
A continuación explicaremos dos de las
tradiciones más conocidas en nuestro país, que fechan de tiempos
remotos, y otra más reciente.
Samhain y las Calabazas:
Hoy en día es común, especialmente en los países anglosajones
(aunque también lo fuera y sigue siendo en algunos lugares de
Galicia hasta hace poco), ver calabazas vaciadas con velas en su
interior. Todas talladas con caras espeluznantes y puestas a la vista
de todos en las ventanas de muchos hogares.
Esta tradición proviene directamente
del pasado celta, manteniéndose aún a pesar del tiempo
transcurrido. Los datos más fiables fechan el origen de esta
tradición a principios del primer milenio antes de nuestra era, pero
para entonces no eran utilizadas las calabazas. En un principio las
cabezas eran humanas; exponiendo cada uno las que hubiera arrebatado
al enemigo en batalla (recordemos que las distintas tribus celtas,
lejos de lo que muchos quieren hacer ver, estaban muy divididas y
existía entre ellas una gran rivalidad).
No fue hasta fechas próximas al inicio
de nuestra era que los celtas abandonaron esa costumbre, por
influencia del Imperio Romano, y especialmente después de la
Conquista de la Galia por César. Lo que se hizo entonces fue
substituir la cabeza humana por un símbolo de la misma: la calabaza.
Esta tradición ha sobrevivido durante
aproximadamente dos mil años.
Samhain y las Castañas:
¿Cuantos de nosotros no hemos comido castañas en la víspera de
Todos los Santos? Antes de que el cristianismo asimilara Samhain, ya
existía esta costumbre; del mismo modo que la anterior.
¿Pero, por qué castañas? El castaño
jugaba un papel importante dentro de la sociedad celta, pero sobre
todo se trataba de un árbol con grandes virtudes protectoras. La
castaña recoge en sí misma la esencia del elemento tierra y hace
coincidir su florecimiento con la temporada en la que el Dios moría
para los celtas; para renacer más adelante en Primavera. De este
modo la castaña conserva parte de ese espíritu, convirtiéndose en
un amuleto especial para todos los que la llevan o la comen.
Hoy en día, seguimos comiéndolas para
protegernos. Ellas van a protegernos hasta el año siguiente; pero
deberíamos tener especial cuidado en ritualizarlas adecuadamente.
Aquél que no pueda, o no tenga acceso a castañas ritualizadas
siempre puede usar sus propios métodos de petición.
La Queimada: Hace unos
días mi compañera, Merlyn Morrigan, exponía un artículo al
respecto; por lo que no me alargaré. Simplemente decir que se trata
de una tradición reciente, entorno al s. XVIII y que cobra especial
valor a partir de mediados del XIX con el movimiento del Rexurdimento
Gallego.
En ella se mezclan distintos
ingredientes entre los que destacan el limón y el café. Es un
brebaje que, si nos detenemos a analizar, contiene en si mismo los
Cuatro Elementos (más adelante hablaremos sobre las propiedades del
café y del limón). Pero lo que termina de hacerlo realmente
especial es el fuego, así como el Conxuro (que deberá leer en voz
alta una mujer; o un hombre si no hubiera más remedio posible). El
Fuego, del mismo modo que ocurre en San Juan, ahuyenta a los malos
espíritus y hace coger poder al brebaje.
Artículos de Interés Relacionados
Cómo colocan una ampolleta 100 gallegos en una casa?
ResponderEliminarRespuesta: Fácil uno adentro agarra la ampolleta la levanta hacia el soquete y los otros 99 afuera giran la casa.
;) Saludos a Galicia a toda esa gente hermosa con cariño desde Sudamérica.