lunes, 3 de diciembre de 2012

Tarot – La Historia que nos cuenta el Tarot


Lo más habitual cuando alguien empieza a interesarse por el Tarot es que quiera conocer los significados de cada uno de los Arcanos; prioritariamente los Arcanos Mayores, pues los Arcanos Menores acostumbran a parecernos demasiado entretenidos y aparentan requerir un mayor esfuerzo.
Sea como sea, queremos aprender a leer los Arcanos lo antes posible; y nos enfrascamos en la búsqueda de los significados antes que preguntarnos por qué tienen ese significado. Así es como, en muchas ocasiones, nos resulta complicado comprender una u otra carta; pues en vez de ver la raíz de su significado, tratamos de encontrar el mismo de forma independiente.

Es por esto que hoy quiero publicar la Historia que nos cuenta el Tarot; una historia que empieza con nuestro nacimiento y termina con nuestra unión al Padre Creador. Claro está, existen variantes de esta visión (algunas que comparto y otras que considero equivocadas); pero expondremos aquí un esbozo de mi visión particular (que coincidirá más o menos con alguna que ya conozcamos) para que cada uno desarrolle por si mismo su propia historia.


0 - El Loco
Todo empieza con nuestro nacimiento (0 – El Loco / El Arcano sin número). El Creador nos da a luz y nos encontramos, en nuestro primer contacto con la realidad, solos y desamparados; sin ninguna guía o punto de referencia; estamos solos. Pero aunque estemos solos, tenemos en realidad todo lo que podamos necesitar; el mundo está a nuestros pies y en nuestro interior se hallan todas las respuestas y las herramientas que deberemos emplear.
Una vez se ha puesto en marcha el reloj universal, y la arena empieza a caer, ya no hay marcha atrás; y debemos entonces actuar (1 – El Mago). Contamos con todas las herramientas, ya dispuestas ante nosotros, y hemos tomado la vara de poder que nos capacita para la acción; así pues, podemos empezar a trabajar.
No obstante, pronto nos damos cuenta de que nuestro trabajo requiere de una guía, de una estructura y empezamos a investigar (2 – La Suma Sacerdotisa) las Leyes Universales y la forma más apropiada de utilizar las herramientas de las que disponemos; esperando que así podamos llegar a crear de un modo perfecto.
El estudio va a prolongarse en el tiempo, pero no deja de llegar el día en el que dominamos nuestras herramientas y las artes de la creación; y entonces empezamos a crear (3 – La Emperatriz) libremente, pues nada hay que escape a nuestras capacidades una vez hemos dominado el arte. Y así llenamos nuestro mundo con todo aquello que queremos, creamos nuestra realidad a cada paso que damos porqué somos hábiles para ello.
Y no tardamos en sentirnos amos (4 – El Emperador) y señores de todo lo creado. Nosotros decidimos qué debe estar y qué no, somos los creadores de esa realidad y tenemos la capacidad de gobernarla a placer; sin que haya otra autoridad que nosotros.
Pero la distancia entre nosotros y nuestra creación nos va a parecer insoportable, y nacerá en nosotros la voluntad de mejorarla (5 – El Sumo Sacerdote) a fin de que sea tan perfecta como nosotros mismos. Querremos verter en ella lo mejor de nosotros y por eso vamos a dotarla de vida y conocimiento.
7- El Carro
Así abriremos los caminos (6 – Los Enamorados) que han de servirnos para conectar con nuestra creación, y a ésta con nosotros. Buscaremos la alianza y la unión de lo que un día estuvo en origen mezclado con nosotros en nuestro pensamiento. Nace en nosotros el sentimiento del Amor que va a permitirnos conectar y dejar que nuestra creación vuelva a sus orígenes.
Así es como, por fin, al unirse la creación con nosotros (7 – El Carro) ya no va a haber barreras entre ambos; y podremos circular libremente y sin impedimentos. No habrá límites o fronteras, en un instante de nuestro pensamiento podremos recorrer de un extremo al otro todo lo creado y seremos al fin, capaces de cabalgar sobre la misma.

Aquí concluye el primero de los tres ciclos de la Baraja; en el momento en el que hemos logrado la unidad con nuestra creación y hemos obtenido tal dominio que no existe nada que no podamos llevar a la manifestación. Pero debe empezar el segundo ciclo, en el que dejamos atrás el mundo de la materia para adentrarnos en el mundo de la mente; del que el carro es el estadio primigenio.

Al haber logrado la unión, y ser capaces de traspasar el tiempo y el espacio, nace en nosotros una nueva concepción; la idea del Bien y del Mal (8 – La Justicia) de los que solamente nosotros vamos a ser los jueces. En nuestra creación vamos a tener el poder de juzgar, y nosotros también seremos juzgados, pues somos uno con ella.
Pero este conocimiento nos abruma, y nos devuelve a un estadio de búsqueda (9 – El Ermitaño) dónde nuestro ser va a tratar de desentrañar qué es bueno y qué es malo. Para ello es necesario recorrer un largo y angosto camino, lleno de experiencias, todas ellas necesarias para poder aprender a juzgar con equidad y alcanzar nuestra meta del Bien.
Así es como llegamos a la consciencia (10 – La Rueda de la Fortuna). En este escalón alcanzamos el saber y podemos conocer de antemano el resultado de cualquier acción que emprendamos dado que, tras nuestras experiencias, hemos podido comprobarlo y aprender lo necesario. Sabemos a qué va a conducirnos el Bien y a qué el Mal.
14 - La Templanza
Es por ello que tomamos la firme decisión (11 – La Fuerza) de proceder para bien empleando los conocimientos adquiridos en el camino. Comprendemos que en nuestra mente reside un gran poder y que a nada va a conducirnos el atarnos a lo material, por lo que empezamos a trabajar con la mente ya despierta.
Llega entonces el momento de asumir la responsabilidad de nuestras decisiones (12 – El Colgado) y, aunque éstas puedan suponer un esfuerzo, debemos cumplirlas. Por ello nos deshacemos aquí de todo lo material, empezamos a romper los lazos que nos unían a nuestra creación y asumimos que la misma ya ha cumplido su cometido, que ha de integrarse al Padre y nosotros volver a nuestro estado primigenio en el que todo lo que poseíamos estaba en nuestro interior.
Cuando, por fin, lo conseguimos es cuando se obra en nosotros el gran cambio (13 – La Muerte), ya que vamos a abandonar todo el mundo material, sustentado en nuestras obras y pensamientos, para dejar paso únicamente al mundo del espíritu. Debemos dejarlo atrás para acceder a ese nivel superior.
Y así llegamos al mundo del espíritu (14 – La Templanza) en el que hallamos el equilibrio, la paz y la serenidad que durante tanto tiempo ansiábamos encontrar. Vamos, entonces, a conciliar las aguas y nuestros sentimientos serán lo único que permanezca.

En este punto finalizamos el segundo ciclo, dónde abandonamos lo material y mental para acceder al mundo del espíritu. Abrimos las puertas que dan paso al mundo del espíritu, hemos encontrado la paz y debemos prepararnos para asumir la última fase de nuestro camino. Y aquí tenemos el reposo necesario antes de continuar. Pues ahora nos toca trabajar los sentimientos y aún quedan las pruebas más duras antes de poder llegar al final.

A lo largo de nuestra experiencia, nuestro espíritu lo ha conocido todo; y debe aprender ahora a desprenderse de todo sentimiento que le ate a lo anterior (15 – El Diablo). Debemos afrentar el ego y seguir adelante sin dejarnos seducir por los poderes del espíritu. Hemos completado el dominio sobre los Cuatro Reinos (Elementos) y tenemos la capacidad de crearlo todo, pero no podemos dejarnos seducir por eso; sino que debemos aceptar que somos uno con el Padre y nada nos pertenece, pues del mismo modo que antes unificamos nuestra creación con nosotros, nosotros vamos a unificarnos ahora con Él, el Padre.
21 - El Mundo
Por ello el siguiente paso es la aparente destrucción (16 – La Torre) de todo lo creado, porque lo entregamos todo en manos del Creador, y nuestra creación pasa a ser parte de la Creación del Padre y nuestras obras las de Él. Lo perdemos todo, antes de poder seguir y, en cierto modo, lo hacemos para volver a ser como El Loco.
Así, cuando nos liberamos de todo lo que nos ataba a nuestra creación y nos hemos entregado en manos del Padre, nuestro espíritu nace de nuevo (17 – La Estrella) y resurgimos de las cenizas. Habíamos aprendido a ser justos al alcanzar el espíritu, La Templanza, y a dejar que las cosas fluyeran; pero ahora nos hallamos por encima de los conceptos del Bien y del Mal, que rechazamos y volcamos; pues sabemos que éstos son meramente conceptos humanos y que en la Verdad del Padre no existen. Allí solo está la Verdad, la Realidad y todo aquello cuanto no es, sencillamente No Existe.
Al comprenderlo, y vaciarnos de todo lo anterior, dejamos lugar a cosas nuevas (18 – La Luna), nos convertimos en un recipiente útil para albergar y reflejar todo lo que nos llega directamente del Padre. Por ello aquí alcanzamos la capacidad de la intuición, el don de la iluminación, porque ahora somos capaces de recibirlo sin obstáculos. Pero en este estadio solamente somos capaces de reflejar esas características.
No obstante, no tardaremos en aprender de ello y ser capaces de brillar con luz propia (19 – El Sol), conviertiéndonos nosotros mismos en dioses. Alcanzamos el máximo nivel y ya no solo canalizamos la Luz del Padre; sino que nosotros mismos nos hemos hecho hábiles para emanar nuestra propia Luz; que es la suya en realidad pero florecida en nuestro interior.
Así llegamos al tiempo de ser juzgados (20 – El Juicio). Todo nuestro recorrido será juzgado, y seremos llamados en el momento en que nuestro espíritu sea realmente puro. Seremos llamados a entrar en el seno del Padre, a completar la unión final con nuestro Creador y pasar a formar parte de Él.
Finalmente, tras el duro camino, alcanzamos la plenitud (21 – El Mundo) y pasamos a ser parte integrante del Padre. Nos fundimos en su esencia eterna, la Eternidad vuelve a ser nuestra y el tiempo, ya antes detenido, desaparece por completo; pues en la Eternidad no existe ni principio ni final. Hemos alcanzado la meta y la unificación; nos hemos convertido, de nuevo, en lo que éramos al principio. Así se completa el ciclo y el círculo de la existencia.
Somos ahora de nuevo, El Loco, pues el Padre no tiene más guía que si mismo; en su interior están todas las herramientas que necesita, pero es solo un potencial que necesita de una expresión para poder mostrarse, igual que el que veíamos al principio. Por ello el Loco no tiene número alguno; porqué Él está por encima de todo, es el Principio y el Final de todas las cosas aún cuando Él mismo no tiene ni principio ni fin.

El Loco
Concluye aquí, con esa reflexión, el último de los ciclos del Tarot, asociado al espíritu. Como hemos tenido ocasión de ver, pasamos por las tres fases: Material, Mental y Espiritual.
Nosotros somos de la opinión, como ha quedado demostrado, de que es un absurdo colocar al Loco al Principio o al Fin de la Baraja; pues es en realidad Principio y Fin en sí mismos sin ser ninguno de ellos en realidad.
Podríamos ir más allá, pero que sea cada uno el que extraiga sus propias conclusiones. Esta es nuestra versión de la historia que cuenta el Tarot, sin esperar entrar en conflicto con nadie. Aunque hoy hemos representado la versión tradicional del mismo, Esquema Marsellés, pronto publicaremos un artículo sobre el la posibilidad de entender el Esquema de Raider Waite. Veremos que las diferencias entre ambos pueden conciliarse según el modo en que los interpretemos.

4 comentarios:

  1. hola mi nombre es laura estuve investigando los últimos tres meses los arcanos 68 14 y 5 que este año están como senderos en mi año astral y esta pagina fue la mejor herramienta simple y a la ves tan amplia de entender un poco este mundo astral que no vemos pero que si sentimos muchísimas gracias a cada persona que puso cada palabra detrás de este blog

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    1. Re: Oración a Santa Matrha para recuperar un amor
      hechizo de amor con la mente.
      * Para ti mismo di el nombre de la unica persona del sexo opuesto con quien quieras estar (tres veces...)...
      * Piensa en algo que quieras lograr dentro de la proxima semana y repitelo para ti mismo(a) (seis veces)...
      * Piensa en algo que quieras que pase entre tu y la persona especial (que dijiste en el no. 1) y dilo a ti mismo/a (doce veces)...
      * Ahora haz un ultimo y final deseo acerca del deseo que escogiste.
      * Despues de leer esto tienes 1 hora para mandarlo a 15 temas y lo que pediste se te hara realidad en 1 semana.
      A la mayor cantidad de gente a quien lo mandes mas fuerte se hara tu deseo.
      Si tu escoges ignorar esta carta lo contrario del deseo te sucedera,
      o esto no sucedera jamas..............
      Que tus días estén llenos de logros y tus noches de sueños copia y pega esto en 15 o + temas

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    2. Re: Oración a Santa Matrha para recuperar un amor
      hechizo de amor con la mente.
      * Para ti mismo di el nombre de la unica persona del sexo opuesto con quien quieras estar (tres veces...)...
      * Piensa en algo que quieras lograr dentro de la proxima semana y repitelo para ti mismo(a) (seis veces)...
      * Piensa en algo que quieras que pase entre tu y la persona especial (que dijiste en el no. 1) y dilo a ti mismo/a (doce veces)...
      * Ahora haz un ultimo y final deseo acerca del deseo que escogiste.
      * Despues de leer esto tienes 1 hora para mandarlo a 15 temas y lo que pediste se te hara realidad en 1 semana.
      A la mayor cantidad de gente a quien lo mandes mas fuerte se hara tu deseo.
      Si tu escoges ignorar esta carta lo contrario del deseo te sucedera,
      o esto no sucedera jamas..............
      Que tus días estén llenos de logros y tus noches de sueños copia y pega esto en 15 o + temas

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  2. Amigo puedo usar tu investigacion para un video , por supuesto te dare creditos

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