Hoy quería hablar de la humildad, sin
duda una de las características sobre las que más se ha discutido.
A muchos se nos ha podido hacer complicado, alguna vez, definir
claramente este concepto a priori tan sencillo.
Es por ello que publico tres fragmentos
que pueden arrojar luz sobre esta cuestión. Sin duda, hay más, pero
baste por ahora con estos para meditar sobre el tema.
La escalera de la humildad
El Rabí Elimelej de Lezensk dijo: “El
último peldaño de la escalera que lleva a la perfección se llama
humildad. El que llega a él lo tiene todo”.
Verdadera y falsa humildad
El Rabí de Belzer dijo: “Existe la
humildad verdadera y la humildad falsa. El falsamente humilde cree
que ni él ni los otros son merecedores de nada. Ese es peor que el
que cree que él y los otros lo merecen todo. Pero el hombre
verdaderamente humilde sabe que él no es merecedor de nada, mientras
que cualquiera de los otros que viven con él sí lo es”.
Empezando por uno mismo
Rabí Zusia y su hermano Elimélej
discutían una vez el tema de la humildad. Elimélej dijo: “Si un
hombre contempla la grandeza del Creador, alcanza la verdadera
humildad”.
Zusia le respondió: “¡No! Un hombre
debe empezar por ser genuinamente humilde. Sólo entonces reconocerá
la grandeza de su Creador”.
Preguntaron a su maestro, el maguid,
quién tenía razón. Lo resolvió de esta forma: “Estas y aquellas
son las palabras del Dios vivo. Pero la gracia interior es de aquel
que comienza por sí mismo, no por el Creador”.
Artículos de Interés Relacionados
No hay comentarios:
Publicar un comentario