A diferencia de otras corrientes como
la Kabbalah, la Alquimia, la Magia, etc. el Yo Soy no ha adquirido
aún el mismo renombre. Muchos puede que incluso sea la primera vez
que oyen hablar de esto y se pregunten ¿qué es esto del Yo Soy? A
esta pregunta responderemos más tarde.
Antes que nada debemos señalar que Yo
Soy no se trata de ninguna afirmación egoísta, ni de ningún camino
de autoayuda, secta ni nada por el estilo. Muchos de nosotros
empleamos el Yo Soy a diario sin darnos cuenta cuando decimos, por
ejemplo, “Yo soy médico”; “Yo soy un buen ciclista”; “Yo
no soy bueno en informática” etc. Constantemente esta expresión
sale por nuestros labios, incluso de forma elidida de la frase que
pronunciamos, como por ejemplo “Estoy enfermo” o “Se cocinar”,
etc. que podrían leerse como “Yo soy una persona enferma” y “Yo
soy una persona que sabe cocinar”.
Ahora que hemos comprobado que no es
algo sectario, ni escurridizo, pasemos a explicar qué es el Yo Soy y
cómo podemos emplearlo para mejorar nuestras vidas.
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Imagen Esquema de la Canalización Energética |
Fue el Amado Maestro Saint Germain
quien trajo el conocimiento sobre el Yo Soy. Actualmente él mismo
es, en el plano espiritual, el coordinador, por llamarlo de algún
modo, de esta energía. El conocimiento generalizado sobre el Yo Soy
nos llegó en la década de 1930 con la aparición del “Libro
de Oro de Saint Germain” en el cual el Maestro Saint
Germain expuso todo lo referente a esta energía por medio de
conexiones mediúmicas.
¿Qué es el Yo Soy? Tal y como
nos dice el mismo Maestro Saint Germain, “Yo Soy es la
actividad de la vida”, es la máxima expresión de nuestra
divinidad. Pensemos, tal y cómo nos dice, en cual es la primera
expresión de un ser al tomar consciencia de sí mismo; Yo Soy.
Aclara también el Maestro Saint
Germain “Yo Soy es la plena actividad de Dios. Yo Soy es Dios
en Acción”. De este modo, cuando nosotros decimos Yo
Soy tal o Yo no Soy cual en nuestro día a día lo que
hacemos es abrir o cerrar la puerta energética hacia tal cosa o cual
otra. El conocimiento del Yo Soy nos permite, de modo
consciente, poder calificar nuestras vidas, mejorarlas y atraer hacia
nosotros aquello que deseemos.
Se dice al principio del Libro de
Oro: “La vida, en todas sus actividades, dondequiera que
ella se manifieste, es DIOS EN ACCIÓN. Es por la falta de
conocimientos en la forma de aplicar el pensamiento-sentimiento, que
los humanos están siempre interrumpiéndole el paso a la Esencia de
Vida. De no ser por esa razón, la Vida expresaría su perfección
con toda naturalidad y en todas partes.
La tendencia natural de la Vida es
Amor, Paz, Belleza, Armonía y Opulencia. A ella le es indiferente
quien la use y continuamente está surgiendo para manifestar de más
en más su perfección, y siempre con ese impulso vivificador que le
es inherente.”
En resumidas cuentas, nosotros tenemos
el poder de cambiar nuestras vidas y todo aquello que no nos guste
con el uso del Yo Soy. Esto puede parecernos maravilloso, pero
habrá quien se pregunte ¿así de sencillo?¿basta con esto? Como
suele ser habitual respuesta en el mundo esotérico, diremos que si y
no a la vez.
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El Amado Maestro Saint Germain |
Trataremos de explicarnos.
Verdaderamente el uso del Yo Soy puede obrar milagros en nuestras
vidas, pero para que estos tengan lugar deberemos cumplir dos
requisitos. En primer lugar deberemos ser constantes; tanto en el
cuidado de nuestras expresiones como en el de nuestros pensamientos.
Intentaremos también, ser conscientes del valor de esta Magna
Presencia en todo momento y no vacilar; pues la duda destruiría todo
aquello por lo que estamos luchando. En segundo lugar la consciencia
deviene un elemento sumamente importante. Si nosotros decimos una
cosa, pero nuestros pensamientos tienden a negarla al mismo tiempo
¿cómo podemos esperar que suceda algo? Si queremos progresar con el
Yo Soy deberemos tomar primero autoconsciencia y, a la
vez, poner en practica estas sencillas lecciones.
¿Por qué son tan importantes la
consciencia y la constancia? Porque nosotros somos seres energéticos.
Todo aquello que hacemos, decimos o pensamos emite distintos grados
de vibración y se registra; luego si por un lado decimos una cosa
pero pensamos otra, ambas vibraciones van a anularse entre sí,
quebrando todo el trabajo realizado. Lo mismo sucede con la
constancia. Si en nuestra vida cotidiana acostumbramos a dejarnos
llevar, no podemos pretender que el ejercicio puntual signifique una
mejora en nosotros; pues todo lo que consigamos vamos a anularlo al
volver a actuar de forma inconsciente.
Cuando ponemos en marcha la actividad
divina del Yo Soy, sabiendo que Yo Soy es Dios en Acción,
estamos abriendo paso a una ingente cantidad de energía que va a
fluir hacia donde nosotros deseemos. Por ello, debemos ser cuidadosos
al expresarnos; puesto que el mal uso del Yo Soy nos está cerrando
puertas o, aún peor, potenciando en nosotros una serie de
características que no desearíamos nunca de forma consciente.
Esto es lo que sucede cuando nosotros
usamos afirmaciones incorrectas tales como “Estoy enfermo”,
“Estoy cansado” “Yo no puedo hacer eso”, etc. Antes decíamos
que “La tendencia natural de la Vida es Amor, Paz, Belleza,
Armonía y Opulencia”, siendo así, ¿por qué vamos nosotros a
contradecir esas leyes, aún mas en nuestro propio detrimento?
Sabiendo esto, deberíamos ver que es
absurdo expresar tales afirmaciones; puesto que como parte de la
divinidad que somos no caben en nosotros tales estados de
imperfección; menos aún si somos nosotros quienes los fomentamos.
Cambiemos entonces la forma de pensar y utilicemos la Magna
Presencia Yo Soy para atraer a nuestras vidas aquello que les
pertenece. No digamos “Estoy Enfermo” sino “Yo Soy la Salud
Perfecta”; no digamos “Estoy cansado” sino “Yo Soy la
Magna Presencia Rebosante de Energía aquí y ahora”; no nos
cerremos las puertas al decir “Yo no puedo hacer esto”, digamos
“Yo Soy la Puerta Abierta que ningún ser salvo Dios puede
cerrar”.
Tomemos, pues, consciencia de nosotros
mismos, de dónde venimos y qué somos. No permitamos que la
imperfección se afinque en nosotros. Hemos venido a aprender, y el
primer paso es la voluntad de mejorar, eliminando en nosotros todo
aquello que no corresponda a los estados más sublimes poco a poco.
- Regularmente publicaremos artículos profundizando en el Yo Soy, cómo trabajarlo y distintas afirmaciones que pueden contribuir a mejorar nuestras vidas.
Enseñanzas rudimentarias, imprecisas, incompletas y equívocas, lo normal que pueda esperarse de todo este mundo de la pseudoespiritualidad para principiantes.
ResponderEliminarEnseñanzas rudimentarias, imprecisas, incompletas y equívocas, lo normal que pueda esperarse de todo este mundo de la pseudoespiritualidad para principiantes.
ResponderEliminarBien, el título en sí es bastante explicativo "introducción". En ningún caso se pretenden dar explicaciones dogmáticas o respuestas complejas, simplemente se trata de ofrecer una visión rápida y sencilla del tema.
ResponderEliminarLa intención es abrir esta opción, la del "Yo Soy", a un público más amplio a través de ejemplos fáciles de seguir. Si lo que se pretende es profundizar, o entrar en detalle sobre la cuestión es evidente que aquí no lo vas a encontrar.
De todos modos, claro está, se pueden pedir referencias si uno quiere realmente ponerse a investigar.
Felicitaciones Skjald por la publicación.
ResponderEliminarClaramente la incredulidad es un muro que separa al ignorante del iniciado. Y lo plantea el propio maestro Saint Germain como la duda se convierte en el principal obstáculo para poder experimentar los beneficios de ésta excepcional conexión con la Magna Presencia Yo Soy.
Así es ..muchas gracias por introducirnos a este mundo q muchos no conocen..gracias y la.ignorancia es atrevida...el que no conoce a Nuestro señor Jesucristo no sabe y nunca será...
ResponderEliminarEs algo maravilloso aprender algo que jamás imagine saber Dios los bendiga
ResponderEliminarMuchas gracias por las enseñanzas todos los días hago mis afirmaciones Dios los bendiga.
ResponderEliminarMuchas gracias por las enseñanzas todos los días hago mis afirmaciones Dios los bendiga.
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