miércoles, 10 de octubre de 2012

Islandia – Elfos, Hadas y otros espíritus de la Naturaleza

En Islandia existe un organismo estatal cuya competencia son las hadas, los elfos y demás espíritus de la Naturaleza. Quienes frecuentan este país lo saben y además aparece en todas las guías de viaje. Quien pida información en la oficina de turismo islandesa podrá obtener varias direcciones interesantes como la de la comisionada de los elfos, la de una escuela de elfos, la de un museo de elfos, y quien decida visitar a la propia comisionada en persona, Erla Stefansdóttir, seguramente obtendrá algún regalo, aunque sólo sea un mapa de la tierra de los elfos.
La mencionada escuela de los elfos no está pensada para los propios elfos, sino para las personas interesadas en estos seres. El museo contiene entre otras curiosidades el pene de un elfo, que por desgracia es invisible para la mayoría de los humanos, según afirma la revista P.M. Una encuesta realizada en 1998 dio como resultado que un 54,4% de los islandeses creía en la existencia de los elfos. Y el 45,6% restante, aunque no estaba seguro de creer en ellos, tampoco quería ponerse a mal con los habitantes invisibles de sus tierras, en caso de que existieran. Ciertamente, en Islandia y en lo referente a los elfos, si se quiere pasar por la vida sin percances, lo mejor es ser prudente. Pudiendo dar un rodeo, no es en absoluto necesario recorrer una calle donde se sabe que en ella viven los elfos. Y aquí es donde entra en juego la comisionada de los elfos y su “mapa del mundo prohibido” que recoge datos sobre las viviendas y los caminos de los distintos elfos y hadas para que los que no los conocen los eviten.
George Guzmán “El Poder de las Hadas” (p. 63 - 64)

Roca habitada por elfos con una cruz natural (Skriðuklaustri)
Este extracto nos habla de la importancia que aún se concede en algunos lugares a los seres “mágicos” que pueblan nuestro mundo. Pero por muy extravagante, o ridículo, que pueda llegar a parecernos, ese es el camino que muchos deberíamos tomar.
Islandia nos brinda en este caso un ejemplo a seguir, el ejemplo del respeto. No es extraño hoy en día que la gente piense que el ser humano es el único ser dotado de inteligencia en este planeta, el alejamiento de las zonas rurales y del contacto con la naturaleza, así como la alta tecnología que nos rodea y controla nuestras vidas, nos ha llevado a olvidar que hay un universo mucho más allá de lo que somos capaces de percibir con los cinco sentidos básicos.
El “Mundo Invisible” se extiende mucho más allá, copado de infinidad de seres que cohabitan con nosotros a distintos niveles. Pero en un mundo en el que la expresión “ver para creer” se ha convertido en el paradigma de nuestro sistema educativo, la mente pronto se habitúa a negar todo aquello que no puede percibir de forma material. Por suerte, la existencia (o no) de estos seres está garantizada mucho más allá de las opiniones humanas.

A continuación vamos a exponer un par de ejemplos en los que ha sido necesaria la intervención de la comisionada de los elfos en la historia reciente del país.

1 – A comienzos de la década de 1970 fue necesario quitar una piedra de grandes dimensiones, en Reikjavik, que molestaba para una construcción. Entonces ocurrieron los típicos accidentes y demoras, por lo que el responsable de la obra recurrió finalmente a un médium, quien le confirmó que aquella piedra estaba habitada por elfos. Poco tiempo después, el hombre difundió que ya tenía el permiso de los elfos para continuar los trabajos.
Pero todo continuó yendo mal y cuando al final una excavadora se llevó por delante una tubería de agua, y esta reventó y acabó matando setenta mil truchas de una piscifactoría cercana, ya nadie quiso saber más sobre la retirada de la piedra. Uno de los que lo intentaron en su momento contaba que desde entonces le perseguía la desgracia.

2 – El “Alfhóllsvegur” (El camino de la colina de los elfos), entre Reikjavik y Kopavogur, rodea una colina en la que se supone que viven elfos. Aquí fracasaron los intentos de excavar un poco la colina para que el tráfico pudiera circular por ella con facilidad. Además, nadie quería vivir allí. Cuando las autoridades de la ciudad intentaron vender las parcelas, los potenciales compradores se echaron atrás, lo que la propia ciudad aceptó. Aquel terreno nunca más fue ofrecido a la venta y desde entonces la colina de los elfos tiene permanentemente el número 102 del Alfhóllsvegur.
También en la ciudad de Grundafjördur hay una piedra en la calle principal entre los números 82 y 83 en la que habitan elfos.

En definitiva, esta es una pequeña muestra del poder que poseen los seres feéricos. Presentes en nuestro mundo, ellos no se muestran jamás deseosos de perjudicar o intervenir en las vidas de los humanos, simplemente se limitan a defender aquello que consideran suyo; como haría cualquiera de nosotros.
Poco a poco iremos conociendo más sobre algunos de estos seres y de cómo se puede interactuar con ellos de forma positiva o a través de rituales mágicos aunque carezcamos de la capacidad de verlos; pues sus manifestaciones van mucho más allá de lo que son capaces de percibir solamente nuestros sentidos.

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